El Último Rebelde: "Y...algo le habrá faltado"

El Melli analiza el final del ciclo ("no sólo de ganar se vive") y prefiere no hablar de lo que pasó con su candidatura. Dice que dirigirá a Boca y que en River "al Cholo le va a costar".

Hace menos de un año que Guillermo se fue del club. Sin embargo, su nivel de popularidad se mantiene intacto, inmaculado: la gente le sigue demostrando su cariño como si todavía estuviese en el equipo, como si su andar chaplinesco se diera cada domingo por la mismísima Bombonera. Por todo, aunque Independiente lo busque con una jugosa oferta, aunque Gimnasia lo conmueva con las razones del corazón y aunque el Columbus Crew espere por su regreso al mundo yanqui, el Melli siempre será una parte de Boca. A tal punto que, incluso en actividad, fue la primera opción para reemplazar a Russo. Por estas horas, entonces, mientras sigue con el debate interno sobre su futuro, habló con Olé.

—¿Te tira quedarte acá?

—A veces sí, porque salvo este último año hice toda mi carrera acá. Está en el medio Gimnasia, que trata de volver a contratarme. Es algo que voy a definir más adelante, en la medida que vaya pasando un poco el tiempo. Por ahora tengo que regresar a Estados Unidos. Y creo que las expectativas las superé desde el momento en que me dan ganas de volver. Me sentí cómodo en la Liga, me trataron bien, fue una linda experiencia. Tampoco esperaba que fuera una Liga que compita con Europa, pero me resultó agradable. Está tratando de llever figuras, de crecer. Es atractiva.

—¿En lo futbolístico qué te haría no volver?

—En lo futbolístico me sentí cómodo y pude alcanzar un buen nivel, rendí. Las expectativas del equipo son mejorar y estar en la pelea por el campeonato el año que viene. Eso es lo que a uno le generan ganas de volver a Estados Unidos. La Liga, los estadios, el respeto de la gente... Se verá. —¿Y qué debería pasar para que regreses?

—Yo siento que tengo uno o dos años más de carrera. Cuando sienta que no marco la diferencia, será la hora de tomar la decisión de dejar. Mientras tanto... Volver al país sería por la pasión del hincha y las ganas de volver a jugar en Gimnasia. Eso lo tengo que definir más por el lado sentimental que por el profesional.

—Pesa más el corazón.

—Sí. Pero hay ciertas condiciones que se tienen que cumplir para que uno vuelva a jugar en el equipo en donde jugó. Y yo estoy a la espera de ver si se dan.

—¿Y volver como DT?

—Sí. Pero lo haré el día que deje de jugar.

—¿Te sorprendió el llamado de Boca?

—Prefiero no hablar de eso.

—Pero que Riquelme se haya opuesto a tu llegada, ¿te molestó?

—Prefiero no hablar.

—¿Vas a dirigir Boca?

—Cuando deje de jugar, me gustaría dirigir a Boca, sí.

—¿Cómo imaginás al Boca 2008, con Riquelme?

—Lo imagino más exigente. Por la llegada de él, por no haber logrado un título en el último semestre...

—¿Qué te pareció el año de Boca?

—Fue bueno y malo. Haber ganado la Libertadores y haber perdido todos los torneos y la Copa del Mundo... Uno tenía la esperanza de ver a Boca campeón. Fue un año bastante difícil.

—Russo ganó la Copa y tuvo que renunciar, ¿te sorprendió cómo fue?

—Eso ratifica que un equipo no sólo necesita ganar. Hay un montón de cosas más que se necesitan. Fue una decisión de la CD y tampoco merece mucha opinión. Pero deja una enseñanza...

—¿Cuál?

—Y, que algo le habrá faltado. No sólo de resultados se vive sino de otras cosas. Hay que analizar las que le faltaron para que se haya pensado y decidido cambiar al técnico.

—Y se cuestiona a los referentes: hay críticas sobre Palermo...

—Me imagino que no son críticas. La gente tiene que entender que no es el del 98, pero no creo que Boca regale a un jugador de 14 ó 15 goles por torneo.

—¿Ayuda la presencia de Maradona en el club?

—La presencia de Diego es motivadora para la gente y para los jugadores. Sirve que forme parte de Boca.

—¿Te tocó presenciar un final de año así, malo para Boca... y para River?

—Yo creo que la aparición de Lanús fue buena, más allá de que deja a los grandes afuera de los torneos. —¿Cómo lo ves a Simeone en River?

—Agarra un equipo bastante mal en confianza, en cuanto a moral. Viene de perder una semifinal, de no ser un candidato a ganar el título en el torneo local... Le va a costar. Pero bueno, fui compañero del Cholo en la Selección, soy amigo del Guly... Más allá de lo que uno quiere, que le vaya bien. Menos con Boca, je.

—¿Se viene el recambio de técnicos?

—Se iba a dar. Ya se dio hace unos años, cuando aparecieron Mohamed, Astrada, el Cholo, ahora Cagna, Sensini tiene la posibilidad... Dentro de algunos años vamos a ver una buena camada de técnicos que fueron grandes jugadores, pero creo que faltan tres o cuatro años más para que se termine de dar ese cambio generacional.

—¿Esperabas un arranque así de Cagna?

—No. La mayoría desconocía el nivel de los jugadores de Tigre y eso es un mérito de Diego: sostener ese nivel en Primera.